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POTRILLON

HISTORIA

La historia de POTRILLON es de aquellas que no necesitan demasiada introducción. En los albores de la década de 1990, este zaino descendiente de AHMAD y AZALITA (GALISTEO) dejó un sello imborrable en el recuerdo de los aficionados.


UNO DE LOS GIGANTES ARGENTINOS

Nació el 11 de agosto de 1988 en las praderas del Haras La Madrugada, en la localidad de Chenaut (Buenos Aires), sobre la ruta provincial 193. Aquella generación de la cabaña de Arnaldo Martinenghi fue de 34 productos y solo 13 de ellos, machos.

Por su calidad y clase, Potrillon fue reservado por su propietario para defender las sedas del stud Tori, que en aquel entonces era la caballeriza representativa de La Madrugada. Culminada la doma, se convertiría en pupilo de Juan Carlos Maldotti, en el campo 2 del Hipódromo de San Isidro.

Desde sus primeras pasadas por las canchas de entrenamiento, Potrillon demostró hacer todo fácil. Lo que Maldotti pedía, Potrillon lo hacía. Su puesta a punto de cara al debut fue de una evolución asombrosa, con partidas fenomenales que lo indicaron como uno de los candidatos a cruzar primero en el Clásico José Zubiaurre, en mayo de 1991, para debutantes, en quince cuadras.

Pero en San Isidro, las cosas no fueron como todos esperaban. Esa carrera, con Rubén Emilio Laitán en su silla, fue el mayor traspié de su campaña. Un no placé que no se repetiría.

Los trabajos matinales siguieron sobre rieles y la salud acompañó al hijo de Ahmad. Estaba todo dado para el segundo intento, cuarenta días más tarde, en una condicional de Palermo. Esta vez con Jorge Valdivieso en las riendas y un sport de $ 5.80 en las pizarras. Aquella tarde de junio dejó más tranquilo a todo su equipo: Potrillon llegó tercero de Crater (Fitzcarraldo), luego ganador jerárquico.

Ese podio lo dejó a las puertas de su salida de perdedor, que tuvo lugar quince días más tarde, en la arena, sobre 1400 metros. A su primer triunfo, lo siguió otro, en la categoría de ganadores de una, en la milla palermitana.

Dos victorias consecutivas que lo dejaron listo para encarar, con chances firmes, los clásicos del proceso selectivo local.

El Clásico Coronel Martínez (G2), sobre 1800 metros, sería el primer cotejo jerárquico de su hoja de ruta y su primer laurel de blacktype, con una demostración contundente por 4 cuerpos sobre Efervescente (Ringaro). El Derby argentino era un faro en su horizonte próximo.

El 10 de noviembre de 1991, el Hipódromo de Palermo se vistió de fiesta, como todos los años, para su prueba máxima: el Gran Premio Nacional (G1), sobre 2500 metros. La sociedad Potrillón-Jorge Valdivieso debía disolverse. El astro argentino estaba comprometido con las sedas de La Biznaga para montar a Filipino Boy (Mat-Boy). Allí nació la historia de Potrillon con Pablo Gustavo Falero, una joven fusta uruguaya que se había radicado recientemente en nuestro turf. Un vínculo que duraría hasta el final de su campaña.

No era un desafío sencillo para el representante del stud Tori. En los partidores vecinos, frente a las tribunas de Avenida del Libertador, esperaban caballos de la talla de L’Express (Un Reitre), La Francesa (Fort de France), New Orleans (Ataviado), Rockin Fitz (Fitzcarraldo) y Ganem (Fitzcarraldo), todos titulares clásicos. El gran ausente de la contienda fue otro gran caballo como Intérprete (Farnesio). El panorama estaba dado para que el público se deleitara con un match entre L’Express, el crédito de La Borinqueña, y Potrillon. Así fue: el pensionista de Ángel Adami prevaleció por el hocico en la raya sobre el entrenado por Juan Carlos Maldotti. El tercero, New Orleans, no entró en la foto: llegó nueve cuerpos más tarde.

Potrillon tendría revancha pronto, el mes siguiente, pero en San Isidro, pista a la que no había retornado desde su debut fallido en el Zubiaurre. Pero los grandes caballos corren en todos lados y el Gran Premio Internacional Carlos Pellegrini (G1) era un argumento más que convincente para emprender la vuelta a la grama norteña.

14 de diciembre de 1991. Novena carrera del programa. 2400 metros de césped. Las tribunas estaban repletas incluso en la Oficial había dos espectadores de lujo, Diego Armando Maradona y Omar Shariff no queriendo perderse tan bello espectáculo. A los nombres rutilantes del Nacional, se habían sumado valores prometedores de Chile y Brasil. La calidad de la contienda estaba asegurada.

Largaron y enseguida Potrillon se ubicó expectante en tercer lugar, hasta entrar al derecho. Cuando encontró paso, Falero lo puso a correr y se acabaron las dudas. Cuerpo y medio de ventaja sobre su anterior verdugo L’Express, con el trasandino Dilatado (Bal Royal) completando la trifecta, en un registro de 2’ 23’’ 20/100.

Tamaña demostración le valió un merecido descanso de noventa días, a la espera de otro desafío similar.

Sería el 12º Gran Premio Internacional Latinoamericano (G1) de 1992, que tendría cita en San Isidro. Siete de los once participantes eran extranjeros: brasileros, chilenos y peruanos. Pero había promesa de match argentino: Potrillon y L’Express volverían a estar cara a cara.

Se abrieron las puertas y José Batruni, jinete de L’Express, perdió los estribos. Al mismo tiempo, el brasileño Too Furious (O Maior) establecía parciales fulminantes en la vanguardia. En cuarto, quinto y sexto lugar quedaron los integrantes del podio del Pellegrini: Potrillon, L’Express y el chileno Dilatado.

Los participantes del Latinoamericano pasaron por el palo de los 800 metros en 44’’ 02/100 y los 1200 metros en 1’08’’10/100, con las mismas posiciones, para pisar el tiro derecho final en 1’34’’10/100 para la milla. Potrillon por dentro, L’Express por el centro, con Batruni desestribado, y Dilatado, con Gustavo Barrera, por fuera. Faltando 150 metros para el disco, todo hacía presumir una victoria del caballo chileno pero Pablo Falero sacó a relucir su destreza y con el resto que le había guardado Potrillon cruzó triunfal el poste final, con una cabeza de ventaja sobre Dilatado y el pescuezo sobre L’Express. Una carrera épica y consagratoria para Potrillon y su jockey Falero, para mirarla una y otra vez.

El primer puesto de Potrillon se convirtió en el segundo lauro argentino en la historia de esta contienda, sumándose a aquel de Savage Toss (Egg Toss) en 1989.

El mes de abril traería una pobre actuación de Potrillon en el Gran Premio República Argentina (G1), que tuvo como vencedor a Oceanside (Babor) y al caballo del Tori en un quinta colocación.

Sin embargo, esa no sería la última foto de la película de Potrillon en suelo argentino. Había tiempo para más victorias de aquellas a las que nos tenía acostumbrados.

El Gran Premio 25 de Mayo (G1) y el classic de las Carreras de las Estrellas (G1) lo tuvieron como justo ganador y fueron la frutilla del postre para una campaña memorable: 7 triunfos en 11 salidas a las pistas. Irreprochablemente, el Jockey Club le otorgó los títulos de campeón fondista y caballo del año 1992.

El crack tenía destino de exportación. Estados Unidos lo esperaba.

En Norteamérica, el primogénito de Azalita compitió en cuatro oportunidades y su actuación más sobresaliente fue un segundo puesto de Marquetry (Conquistador Cielo), en el Mervyn Leroy Handicap (G2) de Hollywood Park.

Su regreso a la Argentina tuvo lugar en abril de 1994. Aquí lo esperaba la padrillera de su lugar de origen: La Madrugada.

Potrillon comenzó su exitosa campaña como padrillo en la temporada de servicios 1994. 342 fueron las crías que tuvo a lo largo de esta etapa, con 12 generaciones, 220 productos que corrieron y 169 que ganaron. La lista de nombres de sus hijos famosos es por demás generosa. Grand Vitesse (G1), Warllon (G1), Lovellon (G1), Potra Fabulous (G1) y Potro Rex (G1) integran el cuadro de honor de una veintena de ganadores clásicos. El legado de Potrillon en el elevage argentino es aún mayor e incalculable. Sus hijas han dado, y seguramente seguirán dando, caballos de clase superior: sus nietos Anaerobio (Catcher In The Rye), Flag Copado (Flag Down), Flag Frances (Flag Down), Una Cabeza (Leroidesanimaux), Cafe Fuerte (Manipulator), Busy Guy (Val Royal), Proud Ruler (Roman Ruler) y Sol Planet (Silver Planet) son prueba cabal de ello.

1991 GP PELLEGRINI POTRILLON P G FALERO

Estrellas 1992 2000 mts POTRILLAZO



Gutierrez Fernando Gabriel
Veterinario del Stud Book Argentino
guetierrezvet@hotmail.com